Descripción
Modo de empleo:Tomar una VegCap al día preferentemente con la comida.
Aplicaciones
– Previene la degeneración celular
– Prevención de enfermedades autoinmunes (p.e. diabetes mellitus,
esclerosis múltiple, artritis reumatoide)
– Osteoporosis
– Osteomalacia
– Raquitismo
– Fractura ósea
– Osteoartritis (artrosis)
– Artritis reumatoide juvenil
– Hipertensión
– Osteoporosis
– Fracturas óseas
– Arterosclerosis
– Coagulación deteriorada (por deficiencia de Vitamina K)
La Vitamina K y la D son altamente sinérgicas ya que ambas interactúan
con proteínas implicadas en la calcificación de huesos y tejidos. La Vitamina
K promueve los efectos beneficiosos de la Vitamina D en los osteoblastos.
La Vitamina K y la D se potencian mutuamente, ambas actúan sobre la
osteocalcina. La Vitamina D regula la expresión de las proteínas Gla, que
para ser activas necesitan ser carboxiladas gracias a la Vitamina K.
Los estudios que comparan grupos suplementados con Vitamina K sola
con grupos a los que además se suplementaba con Vitamina D, en la
terapia combinada se obtienían mayores beneficios.
Descripción
Esta fórmula combina los beneficios sinérgicos de dos nutrientes clave para
la salud ósea y cardiovascular. La Vitamina K-2 MK-7 es particularmente
importante en la movilización del Calcio desde la sangre (donde puede ser
desfavorable para la salud) hacia los huesos, donde es necesario. La
fórmula Vitamina D-3 & K-2 es una perfecta combinación para los
complementos a base de Calcio y Magnesio.
Vitamina K
Vitamina K es el nombre genérico para todo un grupo de sustancias (con
estructura de quinona) solubles en grasa. Originariamente se identificaron
en vegetales de hoja verde y aceites vegetales. Estas sustancias tenían en
común una actividad antihemorrágica y por este motivo se nombraron con
el nombre K de koagulation, el nombre en alemán para la coagulación.
La Vitamina K puede ser subdividida en Vitamina K1 (filoquinona), que está
presente en vegetales hoja verde y aceites vegetales, la Vitamina K2 (una
variedad de moléculas conocidas como menoquinonas, entre las que están
la MK-4 y MK-7) sintetizada por bacterias y/o de origen animal y que puede
ser producida por la microbiota intestinal y la Vitamina K3 (menadiona), que
es una forma sintética y con efectos citotóxicos.
La Vitamina K1 o filoquinona es la principal fuente de Vitamina K en nuestros
alimentos y es la forma más abundante en nuestro torrente circulatorio. Los
vegetales de hoja verde tales como espinacas, kale o brócoli son ricos en
K1 y representan entre un 40-50% de la ingesta total de la Vitamina K. Al
ser ingerida, va directamente al hígado, y es fundamental para mantener la
coagulación en un estado saludable.
La forma de Vitamina K2 MK-4, se encuentra principalmente en productos
de origen animal, mientras que la forma K2 MK-7, está presente en
alimentos fermentados, siendo la mayor fuente natto o soja fermentada. La
Vitamina K2 es la de mayor acción en los tejidos que no son el hígado,
vasos sanguíneos y huesos, en comparación con la K1 más abundante en
plasma. La Vitamina K2 está presente en altas cantidades en el intestino
pero no se absorbe y pasa a las heces.
Aunque la Vitamina K1 y la K2 actúan en los procesos de coagulación
sanguínea, la Vitamina K2 está más relacionada con los procesos de salud
cardiovascular y ósea.
Por otra parte, la forma MK-7 es mejor absorbida que la MK-4, mientras
que la filoquinona al ser consumida en los vegetales puede tener una
biodisponibilidad reducida. Además, la forma de MK-7 tiene una vida media
más larga y una mayor actividad tanto en relación con la filoquinona como
con la MK-4. Esto hace que los niveles séricos sean más estables, y se
logre una mayor acumulación (7 a 8 veces mayor) de MK-7 en una ingesta
prolongada.
La vitamina D
La Vitamina D no es realmente una vitamina, es una hormona. El término
Vitamina D hace referencia a una gran cantidad de compuestos químicos
relacionados, ergocaociferol o Vitamina D2, colecalciferol o Vitamina D3 así
como sus metabolitos y sustancias análogas. La Vitamina D presente en
alimentos y complementos alimenticios está formada por bloques
denominados pro-hormonas, a partir de estas formas precursoras, el
organismo elabora la forma hormonal de Vitamina D activa.
Entre otras muchas funciones, la Vitamina D es el principal regulador de la
homeostasis del calcio en el organismo. Es importante en el desarrollo del
esqueleto y la mineralización ósea, por lo que la deficiencia de Vitamina D
está caracterizada por una desmineralización del sistema esquelético que
en adulto puede desencadenar osteoporosis.
Pero además, la Vitamina D es un regulador epigenético, por lo que puede
jugar numerosos y críticos papeles en el organismo al favorecer la expresión
de hasta 900 genes diferentes.
El colecalciferol (Vitamina D3) es sintetizado en la piel mediante la irradiación
con rayos ultravioleta B (UVB) que actúa sobre el precursor 7-dehidrocolesterol. En suplemento es posible aportar D3 a partir de la
lanolina obtenida de la lana de oveja, por lo que este tipo de Vitamina D no
es apta para veganos, pero sí para ovolactovegetarianos. También se
puede obtener Vitamina D3 a partir del aceite de hígado de pescado, en
este caso siempre se acompaña de Vitamina A y se indica su fuente. La
Vitamina D2 puede ser obtenida a partir de hongos y plantas.
Habitualmente se asume que la Vitamina D2 y la D3 poseen niveles
equivalentes de eficacia y seguridad en humanos, pero esto no es cierto.
Esta idea parte de estudios realizados antes de 1938. Estudios más
recientes, indican que la Vitamina D3 es, de hecho, unas 1,7 veces más
eficaz que la Vitamina D2, llegando algunos estudios incluso a afirmar que
la potencia de la Vitamina D3 es tres veces mayor que la de la Vitamina D2.
La Vitamina D estimula la absorción de fósforo y magnesio y permite la
absorción intestinal del calcio activando las proteínas que transportan
el calcio desde el intestino delgado al torrente sanguíneo. El aumento
de resorcion (destrucción) ósea puede ser consecuencia de la falta de
Vitamina D.
Para una correcta salud ósea, la Vitamina D es esencial ya que contribuye
a la absorción y retención del calcio y el fósforo por parte del organismo,
minerales imprescindibles para el correcto estado de huesos y dientes.
Niveles reducidos de Vitamina D se asocian a pérdida de masa ósea,
reducción en la absorción de calcio y aumento de riesgo de osteoporosis
y fracturas, especialmente cadera y columna.
La pérdida ósea ocurre cuando el proceso de destrucción del hueso
excede al de formación. Una proteína denominada c-Fos, juega un papel
primordial en el desarrollo de los osteoclastos. La Vitamina D contribuye a
la supresión del c-Fos, lo que permite limitar el desarrollo de los
osteoclastos, frenando la resorción ósea.
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